Pedraza de la Sierra es una villa medieval en un gran estado de conservación. Paseando por sus calles se pueden encontrar palacios, casas nobles y un buen número de restaurantes donde hacer un alto. Cordero y cochinillo asados, judiones de La Granja y patatas revolconas son algunos de sus platos.
Una preciosa plaza porticada, donde están el Ayuntamiento y la iglesia de San Juan, es el centro del pueblo. Durante las fiestas patronales la plaza se cierra y sirve como lugar de celebración de festejos taurinos. El origen de estos festejos se remonta al siglo XVI.
El castillo se construyó en el siglo XIII y fue reedificado en el siglo XV. A principios del siglo XX fue adquirido y remodelado por el pintor Ignacio Zuloaga. Las visitas son guiadas y es necesario reservar previamente.